jueves, noviembre 08, 2007

NO es la palabra más positiva que existe

Probablemente, alguien pensará que estoy equivocada. Que ¨No¨ es una palabra negativa, porque significa dejar de hacer algo. Sin embargo, contaré por qué pienso lo contrario, aunque confieso que me cuesta asimilarlo.


Yo he dicho que No, muchas veces. Incluso queriendo decir sí. He dicho sí, cuando he querido decir No y también he dicho No, con cierto miedo, como si sintiera que no tengo el derecho de negarme ante los demás. Pocas veces en mi vida, he dicho No con propiedad, y en cuestión de amores, me cuesta aún más. De igual forma, no me es facil aceptar los No que me da la vida. Me cuesta pensar, que cuando algo se me niega, es porque probablemente algo mejor vendrá, y cuando alguien me dice esa frase, a manera de consejo, comienzo a echar humo por las orejas, tal como se ve en los muñequitos. Cómo es posible, que me digan que si esto No sale bien, es porque no convenía, o porque algo bueno está a la vuelta de la esquina????...Sobretodo, cuando ya le he dado dos vueltas a la manzana y las cosas no parecen mejorar!??. En los temas del corazón, es donde me las he visto negras, cuando he comenzado una relación, y termina así sin más, sin siquiera con un No definido, sino que aparte de todo, me toca interpretar, suponer, deducir e incluso adivinar que una vez más, todo se derrumbó, porque el otro, hace ya rato que huyó por la derecha!.


Pues bien, he aqui mi reflexión. Cada vez que alguien me dice No o cada vez que yo digo No, se me abre un millón de nuevas posibilidades que tal vez descubriría más fácilmente, si mi cabeza no estuviera fija como macetero, en esa única posibilidad que se me ha negado. No me cogieron para el trabajo, No aceptaron mi propuesta, No me salió el financiamiento, No quisiste quedarte a mi lado, No te parezco lo suficientemente interesante, No estoy de acuerdo, No quiero, No puedo hacerlo, No gracias, o No lo que sea y en cualquier circunstancia, en el fondo, estamos dando paso a una situación diferente que puede ser más placentera o incluso no tanto, pero de la cual definitivamente, obtendremos algo que aprender. Por eso digo, que No es la palabra más positiva que hay, y aunque todo parezca un complot de las fuerzas sobrenaturales, y créeme que nadie se siente más castigada por el universo que yo! (cosa que evidentmente no está bien de mi parte), siempre queda ánimo para la esperanza y para remontar de nuevo, aún cuando el No haya sido desmoralizador o cuando incluso a mí, me haya costado decirlo. Con esto no quiero desestimar el placer y la felicidad que da recibir un Sí o decir Sí cuando lo esperamos y vemos que todo sale bien. Pero tal vez si comenzaramos a ver el lado positivo de lo que al principio parece negativo, seguro nuestra vida sería más ligera. A mí me cuesta asimilarlo, como bien dije al principio, pero el primer paso es darse cuenta e intentarlo NO??

sábado, julio 21, 2007

Jarrón Chino

No seré yo la única mujer en esta vida que apostó a un amor. De eso estoy segura. Y para ser una más haciendo de tripas corazón, pero decidida a seguir adelante, solo diré, que hice todo: todo lo que quiso, lo que no quiso, lo que me dijo, cuando lo dijo, como lo dijo, lo que mi corazón sentía, lo que mi mente decía, lo que me aconsejaban las amigas, los amigos, lo que intuía, lo que pensé que quería, lo que creí que pedía, lo que quise, lo que no quise, lo que mi madre me hubiera dicho que hiciera, lo que no, lo que tal vez era mejor, lo que creí que Dios me revelaba, TODO!!... y después de haberme jugado mal, hice lo que nunca debí hacer y lo que todo el mundo me hubiera dicho que no hiciera si hubiese preguntado: le di otra oportunidad. y sabes que pasó?...Nada!
Moraleja -por si no me había quedado claro ya-, el amor es cosa de dos...y cuando uno de los dos ya no quiere, por más que hagas, y sobretodo si no está escrito en el libro de tu vida, nunca funcionará. Hay que estar atenta a las señales para poder salir a tiempo antes de que ya no quede dignidad. A pesar de todo, me queda la tranquilidad de que hice todo lo humanamente posible, como si se tratara de salvar a un enfermo terminal, y aunque me dejó el corazón lleno de grietas cual si fuera jarrón chino, estoy segura que nunca se romperá.
"Mi corazón es como un jarrón chino; tiene muchas grietas pero jamás se rompe" Rose Lee.

miércoles, mayo 16, 2007

Desencuentro

Cuando estaba, todo lo demás desaparecía místicamente. Mi corazón galopaba cuando advertía su presencia. La irónica representación de dos almas que se amaron hace cientos de años, en una vida que ninguno de los dos conoció. Sé poco de su vida, pero todo de su alma. A pesar de todo, nos buscamos porque es necesario, nos soñamos porque así sobrevivimos, y nos perdemos en los más íntimos deseos de que en otra vida nos volvamos a encontrar, para que en un único espacio, donde sólo quepa la locura de dos amantes clandestinos, hagamos el amor, haciendo por fin justicia a la mirada tímida pero ardiente que dio comienzo a este imposible.

Anónimo

lunes, abril 23, 2007

Flashes de Vida






Musico de la calle


Cusco, Perú


Noviembre, 2006

miércoles, abril 11, 2007

El ciento por uno

Hace poco, por Semana Santa, le entregué a Dios una penitencia: No ir al concierto de mi artista favorito. Para los ojos de cualquiera, este sacrificio puede resultar insignificante, pero Dios, que sabe lo que significa para mí, lo tomó con agrado y ya les cuento por qué. Después de resignarme a no ir al concierto, mi mejor amiga, que es productora de TV, me telefonea para que la ayude en unos premios artísticos en los cuales estaba trabajando. Yo acepto sin mucha emoción, más por la idea de hacer algo diferente un martes por la noche, que por otra cosa. Justo el día antes de la premiación, me entero por el periódico que mi artista preferido, estaría presente en los premios para recibir un galardón. No me lo podía creer!. Al menos de lejos lo vería!. Ya en los premios y emocionada por demás, me entregan una hoja de papel con las instrucciones a seguir, y veo que en la posición que me habían asignado, mi artista soñado, iba a estar más cerca de lo imaginado!. Asedié a mi amiga, y le hice prometer que me ubicara lo más cerca posible para tomarle fotos y al menos conseguir un autógrafo. Mi amiga, que antetodo es una profesional, no estaba muy de acuerdo. Ya saben, todo por no molestar a las celebridades!. Al llegar mi artista, todo se complicó, no pude acercarme, quise tomar fotos, pero era imposible, y no tengo que decirles, que una gran desolación, me invadió por minutos. De repente, comencé a repasar cómo se habían dado los acontecimientos, y no me quedó duda, que Dios se había manifestado conmigo. Me estaba dando más de lo que yo le ofrecí: Estaba a un paso de mi artista favorito!. Ya estaba ahí, tenía que hacer algo y entonces, sentí una gran fuerza, un empujón que me llevó a correr, a esperar a mi artista a la puerta del teatro por casi 40 minutos, me olvidé de lo que supuestamente fui a hacer (mi amiga lo entendió), saqué mi cámara de fotos y entre todas las chicas gritando como locas, incluyéndome, y la tensión de lograr llegar hasta él, conseguí, gracias a un buen samaritano, sacarme una foto con mi artista.

A riesgo de ser juzgada como una típica fan adolescente enamorada, que bien puedo ser todo lo anterior, menos adolescente, les pido que miren más allá de esta persecusión fan-ídolo. Lo que intento destacar, es que Dios me dio mucho más. Yo renuncié a algo que para mí era importante, y Él me devolvió por mucho ese pequeño gesto de amor que yo Le ofrecí. Jamás en el concierto, yo hubiese podido estar tan cerca, tomarme una foto y hasta intercambiar algunas palabras y risas con mi artista. Cuando probamos querer a Dios sólo un poco, tan sólo un poquito, Él nos da una recompensa mayor, porque sabe que lo hacemos con el corazón, como Él lo hace por nosotros también, porque nos Ama. El sentido no es dar esperando recibir, sino más bien, dar con todo el corazón. Por último, les cuento, que esa misma semana, alguien que sabe de mi delirio por este artista, me regaló el CD de su última producción. Ya no siento pena por no haber ido al concierto... definitivamente, Dios me devolvió el ciento por uno.